domingo, 31 de enero de 2016

3 Razones por lo que Vida Práctica es el corazón del Ambiente Montessori


Los niños/as observan la vida que les rodean. Observa cómo se recoge la mesa, cómo se lavan los platos o las ventanas, cómo se vierte agua o semillas, cómo nos vestimos, cómo cuidamos a las mascotas y las plantas, cómo nos relacionamos. Es a través de vivir rodeado de estas actividades sencillas, breves y concretas que se repiten todos los días, que el niño gradualmente comienza a darles un significado, familiarizándose con ellas y comprendiéndolas, comenzando así a construir la base de la inteligencia.





María Montessori observó la actividad espontánea de los niños, parecía que una guía interna los impulsaba. Siguiendo una auto-motivación, que viene de dentro, misteriosa, mostrando una mayor confianza en sí mismos mientras trabajaban con estos materiales, aumentando su autoestima.

¿Acaso no ha querido tu hijo/a barrer el suelo o limpiar los platos? Pero en la mayoría de los casos la escoba es muy grande y le insistimos para que deje de hacerlo, quebrantando su decisión en firme de querer hacerlo. El Ambiente no está preparado a su tamaño y a las destrezas de sus manos. Por ello es tan necesario tener preparado el Ambiente.


María Montessori diseñó este área del Ambiente con materiales que permitían fluir la actividad del niño/a acerca del interés innato por el cuidado del Ambiente exterior e interior y por la higiene personal y los convirtió en el centro de todas las demás áreas. Después de mucho observar se dio cuenta que es a través de estas actividades de la vida diaria que el niño construye su mente. Y esto es así por las siguientes razones:


1.- Le dota de habilidades prácticas y de conocimiento significativo. Lo que supone más autonomía y autoestima, fundamental en esta etapa de desarrollo y que posteriormente le valdrán como recursos en etapas posteriores de crecimiento como la adolescencia.
Ya queda demostrada la relación que tiene la actividad de los músculos con las conexiones cerebrales, a través de las cuales el hombre construye en su mente.
Éste área dota al niño/a de conocimientos válidos en su día a día, habilidades y destrezas por las que descubrir por si mismo su Ambiente y esto es fundamental para su auto-imagen, autoestima y seguridad.





2.- Con estas actividades focaliza la concentración, ayuda a desarrollar la conexión entre mente y cuerpo, fundamental para el dominio de la voluntad y con ello alcanzar la autodisciplina, la que se crea desde dentro hacia fuera y no impuesto por los otros.
La educación Montessori ofrece actividades que desarrollan y fortalecen la voluntad, sin obstáculos, dando más oportunidad y libertad para el desarrollo, lo que se conoce como “educación expansiva”.
Este dominio del cuerpo a través de las manifestaciones de la voluntad, ayudará a la conciencia crítica y a saber lo que realmente quiere en la vida.



3.- Son actividades que fomentan la repetición. Las actividades procedimentales en las que se encuentra inmerso, zambullido en un fluir, flow o mindfullness relacionado con sensaciones psicológicas de bienestar.
¿Acaso no te vuela el tiempo cuando realizas tu actividad favorita? En un Ambiente Montessori, los niños/as encuentran rápidamente lo que Ken Robinson denomina el “Elemento”, aquello donde sus aptitudes, pasiones y actitudes permite el crecimiento personal, autorrealizándonos por medio de las actividades que se nos da bien y qué nos encanta hacer.



Hay muchas más razones por la que Vida Práctica es fascinante en la psicopedagogía de María Montessori, pero todo ello seguiremos viéndolo en sucesivos post!!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario